Podría llamarse Berenjena, pero monsieur prefiere que le llamen Aubergine. Pese a todos los camiones volcados, aún hay legumbres españolas que son afrancesadas…

Bueno, pues a lo que íbamos, con Aubergine ya van cuatro legumbres para mi extraño proyecto. Ya sólo queda una, si posible esta semana, y el misterio (que no sé si interesa a alguien) será resuelto.

Y yo podré volver a hacer narizones normales…

Después de Tomate y Zanahoria, aquí llega Mazorca, el tercer miembro des quinteto… ¿Uuups, he dicho quinteto? Vaya, se me ha escapado…

Tengo muuuchas ganas de ver a los cinco vegetales juntos, impresos en 3D, sobre el tablero. Oh, vaya, se me ha escapado otra información…

Una vez que los cinco estén hechos, volveremos a los narizones clásicos, prometido.

Tras el tomate de la semana pasada, sigo con mi delirio hortolano y os presento la segunda miniatura del proyecto, una agresiva Zanahoria…

Y lo peor es que ya tengo más legumbres listas, ya os las iré presentado.

No os voy a explicar todavía el objetivo del proyecto, prefiero esperar a tenerlo más o menos completo y lanzar la primera impresión Shapeways. La idea es bastante chorra, pero creo que puede quedar muy resultona…

La semana pasada os hablaba de un proyecto de figuritas no narizonas sobre el que había empezado a trabajar con Blender. Hoy, sin desvelar completamente en qué consiste el proyecto, voy a dar alguna pista con el render Blender de la primera de las miniaturas del proyecto.

Pues sí, se trata de un Tomate. No sé muy bien de donde me vino la idea, supongo que en mi infancia tuve una sobredosis de Fruittis…

Y lo peor es que no está solo, el Tomate tiene amigos… pero eso lo veremos la semana próxima.

Por fin, ya está aquí el último miembro que me faltaba del Equipo A, Fénix (el pobre sufrió mucho de las traducciones, en la versión original era Face, en Francia le conocían como Futé).

Primero en la versión narizona clásica, como siempre :

Y ahora la versión cartoon, a la Wallace y Grommit como dice Javi.

Ahora ya sólo queda esperar que el pedido de Shapeways del otro día llegue de una vez. Lo hice el 4 de abril, y todavía está marcado como En producción. Tengo muchas ganas de que llegue porque es el primer pedido en el que pruebo un nuevo tipo de material, el White Detail, hasta ahora había impreso todo en WSF.

Estas últimas semanas he estado pensando bastante, y creo que voy a dar el paso de producir y vender algunas de mis figuritas comercialmente. Es decir, creo que voy a pasar a formar parte de la categoría de los pequeños productores de figuritas, decenas de pequeñas empresas, a medio camino entre hobby y actividad comercial.

Y para eso necesito que mis originales tengan suficiente calidad como para poder sacar un molde RTV de ellos a fin de hacer unos masters en resina o plomo que puedan luego utilizarse para hacer los moldes vulcanizados de la spin caster. Y la textura gruesa del WSF de Shapeways en un freno para esto, así que espero que el pedido llegue para ver si el white detail alcanza el nivel de calidad que quiero o si tengo que mirar otros proveedores de prototipado rápido.

Os tendré informados…

Tras los narizones Barracus y Aníbal, llega el turno del entrañable Murdock, el piloto del equipo.

Como con los otros dos personajes, he hecho dos versiones, la primera estilo narizón clásico, respetando las proporciones y formas de los tebeos originales de Cels Piñol, y la segunda con un estilo más cartoon, más personal también.

A diferencia de Aníbal, he hecho la cara menos angulosa. Tal como lo veo, una cara angulosa implica una fuerza de carácter que veo en el líder Aníbal pero menos en el gentil Murdock. Así que le he hecho una cara más redondita, con ángulos más suaves.

Y ahora a ver si saco tiempo para hacer a Fénix… 😉

Aunque me encanta esculpir narizones en el estilo piñoliano, tengo que confesar que trabajar sobre figuritas con un estilo menos marcado es realmente agradable. Porque por mucho que me gusten los narizones clásicos, a veces e canso de las limitaciones del modelo : sin boca, con pocos detalles en la cara, sin piernas…

Modelar el Barracus cartoon ha sido un poco como darse una ducha refrescante en pleno verano castellano, refrescante y agradable. Poder salir de los límites del modelo y dejarse ir, plantearse como modelar la boca o las piernas para que no desentonen con el resto…

Así que tras acabar M.A., decidí continuar por ese camino y ponerme con Aníbal, a partir de la versión narizona. Y aquí está el resultado :

Cada vez estoy más convencido que que voy a acabar imprimiéndolas también. Mi pobre cartera tiembla por anticipado…

Ayer por la noche, me puse a preparar los narizones Aníbal y M.A. para imprimirlos con Shapeways (sobre todo hacerlos huecos, lo que me permitió reducir el precio casi en 20%). Y cuando acabé, no sé muy bien por qué, me puse a rehacer el narizón Barracus en un estilo menos “piñoliano”.

Quería que quedara estilo dibujo animado, muy cartoon, pero con una connotación menos marcada. Y el resultado es este Barracus que os presento aquí :

Imagino que a los puristas les parecerá menos gracioso que la versión narizona. Aquí en el trabajo, los colegas prefieren ésta, aunque quizás sea por que no se han criado leyendo Fanhunter… 😉

En fin, a lo mejor lo imprimo para comparar. O para poder incorporarlo en uno de mis ejércitos de WH40K, lo que no puedo hacer con mis narizones normales…

Una de esas tardes en que estaba esculpiendo narizones, mi novia pasó por mi casa con su sobrinita de 7 años. Cuando la cría vio los narizones, fue casi como en un anime, se le llenaron los ojos de estrellitas.

¿Y qué iba yo a responderle a eso ? Después de todo, era la sobrina favorita de mi novia, no tenía más salida que esculpirle un “muñequito de esos”…

Así que los días siguientes dejé un poco de lado los narizones y me puse a preparar un ratoncito para Emma…

El objetivo era hacer algo extremadamente “mono”. Así que sin vergüenza ninguna, me inspiré del ratón Jerry y para más “monería”, le añadí una flor…

Aquí podéis verle, todo orgulloso, junto a sus colegas de Blood Bowl :

Cuando se lo di a la pequeña, le encantó, y eso compensó completamente el tiempo que pasé esculpiendo y pintando el ratón.