Cuando acabé los seis primeros jugadores a la nueva escala, me rendí a la evidencia : esculpir todos los jugadores uno por uno iba a ser demasiado lento. Así que agarré la silicona y me puse a hacer moldes.

Empecé haciendo moldes de un línea y un catcher. Dos días después, con los moldes ya listos, hice mi primera fundicion de narizones. Y aquí tenéis el resultado, cuatro líneas y cinco catchers más para mi equipo Macute :

El proceso de moldeado fue en general un éxito, pero las primeras figuras no quedaron muy bien. Creo que el molde estaba muy frío, y el plomo se solidificó demasiado rápidamente. En consecuencia, el molde no se llenó bien de plomo y algunos detalles (sobre todo una mano del línea y el ojo derecho del catcher) desaparecieron. Sin embargo, esos defectos no eran suficientemente grandes como para hacerme tirar las figuras, así que las reparé con masilla verde (que había encontrado por fin en una tienda de figuritas).

Y de golpe, tenía cuatro jugadores más en mi equipo, dos catchers y dos líneas :

Esta vez, en vez de chapas, use bases normales de Blood Bowl, para ver que tal quedabas. Las chapas eran un poco grandes, sobre todo puestas sobre el tablero, así que decidí pasar todos los jugadores a las bases Games Workshop. Una lástima, porque las chapas le daban un cierto encanto…

Tras la capa de pintura, resultaba difícil saber cuales eran los originales y cuales las copias (sin mirar las bases, claro ) :

Si, ya se, no soy ningun as pintando…

Tras esta fundición, por fin alcancé los 11 jugadores. Técnicamente, era un equipo jugable, aunque muy desequilibrado.